lunes, 29 de agosto de 2011

Alta ruta de los Perdidos. Grange de Holle - Oulettes

Amanece un nuevo día soleado. Arrancamos pronto, algo más tarde de las 7. Hoy toca recorrer todo el valle de Ossoue siguiendo el trazado del GR10, con sus marcas rojas y blancas, a las que se suman otras amarillas que suponemos por recientes pertenecen a la Alta Ruta que seguimos. Por delante por tanto un largo valle, sin complicaciones de orientación por lo que no enciendo el GPS, también porque no me quedan casi pilas de todo lo que esto chupa.
De inicio observamos la estación de esquí de Gavarnie Les Especieres, y a medida que ganamos altura se nos aparecen Taillón y parte de las crestas del circo... Pero lo que sin duda protagoniza esta jornada es la impresionante mole del macizo de Vignemale hacia la que nos dirigimos.


Caminar por este valle es sencillamente... agradable. De nuevo observados por las marmotas, por terreno de verdes prados, con vacas de ubres inmensas y ovejas que buscan el frescor de las nieves perpetuas, ajenas al riesgo de desprendimientos.


El camino se alarga a su paso por los valles de Sausse Dessus y de La Canau, e incluso desciende para llegar al embalse de Ossoue, donde tomamos el aperitivo.
El capítulo dos de esta etapa comienza cuando la pendiente se incrementa camino del refugio de Baysellance, poco más arriba la Hourquette d'Ossoue. Pasamos primero junto a la cascada
, más tarde próximos a los restos de nieve de lo que fue el glaciar de Montferrat (alimentado por Montferrat, 3219, y Grand Tapou , 3150),
después por las cuevas de Russell, aparentemente acogedoras si no fuera por ese olor, casi de seguido arranca el sendero que se dirige al Glaciar d'Ossoue marcando el camino normal de ascenso a los picos de Vignemale.
Aún un pequeño tramo más de mayor pendiente, en el que Daniel marcha por delante, para alcanzar finalmente el Refugio Baysellance, que presenta un aspecto estupendo.
Comemos fuera, resguardados del viento frío. Sin sobremesa proseguimos hasta los 2734 m de la Horquette d'Ossoue.
Ya para entonces voy sopesando lo conveniente de mantener mis planes para el próximo día, que pasaban hasta el momento por subir con Daniel a Pique Longue... En contra... ese dolor en la cara anterior de la rodilla izquierda y posterior de la derecha, además del cansancio que ya vamos acumulando. En el collado damos vista a la vertiginosa cara norte del Vignemale, lo que hace que Daniel me pregunte por la ruta de ascensión a su cumbre. Cuando le comento que desde el refugio de Oulettes, allá abajo, tendremos que remontar de nuevo hasta aquí, para bajar unos metros más en busca de la senda que dejamos atrás... Poco le faltó para sacarme un dedo!
Disipadas las dudas, adelantaremos el fin de nuestra semana de ruta en un día. Mañana será nuestra última etapa y volveremos a casa. Pues nada, ante la idea de que ya no nos quedará más que un collado por superar, descendemos hasta Oulettes de Gaube.

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