lunes, 23 de mayo de 2011

soplaos 2011


Largo es el camino... y tortuoso como pocos este año de Soplao.
Hasta el 20 de marzo no toco bici, y esto después de no encontrar solución médica a problemas varios aún sin resolver en mi cadera. Ni el reposo primero, ni las pruebas diagnósticas después, ni las sesiones de fisioterapia, ni los antiinflamatorios, ni los estiramientos continuos, ni la "sobre-información" de google, ... nada acaba por alimentar mi ilusión de dejar atrás este lastre. El 8 de marzo escucho el sabio dictamen de mi traumatólogo; "si esto le causa molestias, deje de hacerlo". "Esto" en tal caso debería ser sustituido por "montar en bici", "correr", incluso "nadar"...
Imposible. Dejo la consulta y tras algunos lamentos decido volver a entrenar una vez regrese de nuestra semana blanca en Andorra. En la tabla excel en que registro mis sesiones he tenido que añadir una columna bajo el título de "Problemas". Esta casilla rara es la jornada que queda sin comentarios. No siendo suficientes las trabas, el 23 de abril cuando estaba empalmando algunas sesiones consecutivas con la bici en San José, sufro un pinzamiento que me dejará completamente inmóvil por 11 días. Aún camino con dificultad cuando comienzo de nuevo con el rodillo... En fin.

Si algo me anima es ver la ilusión con que mi hermano se está tomando este reto. Cada vez más frecuentes sus llamadas, a medida que se acerca el 21 de mayo se hace patente la excitación. Confío que mi experiencia de años anteriores compense la falta de forma, y el objetivo de Javier, terminar, se adecua a mi estado.

Gracias a la "dormidina" que podemos descansar la noche previa. Sobre las 7:30h estamos en Cabezón y vamos preparándonos. Poco antes de las 8 nos ponemos al final de la larga cola de los casi 4000 participantes. Aquí nos juntamos los equipados por "Indaccess". Sergio, Jose, Carlos, Javier y yo. Desde el encendido de la traca que marca el inicio de la prueba hasta pasar nosotros bajo la pancarta de salida caminaremos despacio unos 15 minutos. Ahí está el de los cencerros, a rodar!

Vamos a ritmo de paseo estos primeros km. Casi imposible adelantar. No nos coordinamos para mear, así que vamos esperándonos. Llegamos al gran atasco de La Cocina. No hay más remedio que caminar en la cuesta de Las Lastras. En la subida al Soplao vamos dejando el ritmo de paseo, lo cual no quiere necesariamente decir que vamos más rápido. Jose se ha ido dejando ir y ya no lo cogeremos hasta meta. Con Sergio haremos la goma casi de continuo. Carlos, Javier y yo acompasaremos nuestro pedaleo. Saliendo de Celis paramos a repostar agua en la fuente. De paso otro pis, este sí coordinado, algo que comemos y vuelta a rodar.

Nuestras seguidoras (Cristina, Susana, Montse, Rosi) telefonean impacientes, nos esperan en la subida a Monte AA y aún nos falta pasar por Puentenansa y Carmona. Vamos más despacio de lo que preveíamos. Tienen tiempo de subir por la pista para vernos donde de verdad esto se empina y hay que tirar de riñones.



Llegados arriba, nos agrupamos y nos tiramos hayedo abajo. Fue en este descenso que el sensor de mi cuenta kilómetros salió disparado por contactar con la rueda tras soltarse sus abrazaderas por el traqueteo. Un trasto más que se une a los muchos objetos que involuntariamente vamos perdiendo. Delito tienen los "cerdos" que de forma consciente tiran incluso los envoltorios de sus barritas, como si fueran a perder algo por llevar en el bolsillo unos gramos de plástico. Ahí que tenemos a Manolín, Daniel y Marco, a quienes paramos a saludar. A Merce la veremos un poco más abajo.
Impresionante el gentío en Ruente. Emocionante el paso en fila de a uno por el puente medieval de los nueve ojos.
Y más aplausos en el paso por Ucieda. En la campa de Ucieda, manguerazo, aceite y avituallamiento. Bocatas de jamón, agua, plátanos,... Echamos un rato y arrancamos para afrontar El Moral. Vamos adelantando gente a ritmo. Sudamos a chorros. No hemos coronado el Moral y ya el coche que abre la prueba anuncia el paso de los primeros. A estos les veremos mientras repostamos de nuevo ya en la cima. Nos tiramos para abajo tras Javier que abre camino en las bajadas.
Junto a la carretera a Bárcena nos reciben Álex y su mujer con un picnic. Arroz, pastas con distintos puntos de cocción, bocartes... El índice glucémico, básico. Y de postre, el anuncio de que van a ser papás!

Retornamos a la carretera y a los pocos metros la familia surge de la sombra cual sorpresa. Nos invitan a parar mostrando la nevera portátil... pero a estas alturas y tras habernos detenido hace 5 minutos, no podemos volver a comer y dejamos a nuestra madre con gesto incrédulo con los espaguetis, los bocatas de filete empanado, el embutido, la bota de vino, ... Repostamos líquidos pasado Bárcena e iniciamos la subida a Fuentes.
Carlos con su pedalear alegre marca el ritmo. Javier le sigue sin aparente dificultad, pese a dolerse de una rodilla. Yo les sigo sumido en mi incomodidad concentrando de cuando en cuando la mente en el estómago, esperando que lo comido y bebido hasta el momento no me vaya a dar la patada. Los rayos y truenos nos alertan de cuando en cuando, pero vamos teniendo suerte y libramos las tormentas pese a chispearnos un rato de la subida. Quien ha subido por aquí sabe lo largo que se hace, pero todo acaba y una vez dejamos atrás el bosque alcanzamos finalmente Cruz de Fuentes.
Parada técnica. Manguitos arriba. Chubasquero quien lo tenga. Agua, plátanos, otra vez a mear. Arrancamos para abajo por la alternativa inventada esta vez por la organización para evitar la salida a la carretera. Descenso muy peligroso y Javier que se lanza por tener menos miedo. Rebasamos a Sergio y al poco un chico cae unos metros frente a mí. No puedo detenerme debido a la inclinación y paso a unos centímetros de su cabeza.
Menos de un minuto más tarde el accidentado que me encuentro ya levantándose del suelo es mi hermano. Uno de mis constantes temores en las bajadas es que Javier sufriera una caída. Pues se cumplió. Según le veo lamentar y echar mano al hombro, queda bien claro que se ha roto la clavícula. Y por si surgiera alguna duda... no había más que mirar. Al menos tuvo el "acierto" de caer junto a un coche de asistencia. Estos lo evacuarán junto con la bici una vez nos tranquilizamos y toma un analgésico, y una vez también asistido el anterior herido que portaba una importante brecha en la rodilla. Entre tanto nos alcanzó Sergio que ya sin poder hacer más arranca de nuevo y no le volveremos a ver hasta Cabezón. Digamos que la bici de Javier; sin pedales automáticos, ni tan siquiera rastrales, por no decir que de plástico (del malo), sin frenos de disco y con el sillín tan alto como lo suele llevar, sumado a lo peligroso del descenso por inclinación y piso inestable, aderezándolo con ese punto de velocidad que te atreves a afrontar cuando no conoces el miedo... Y no fue por falta de avisos, pues en varias ocasiones tuvo que corregir la posición de sus pies escapando de los pedales para apoyarse sobre las bielas, obligándole a apartar la vista del camino para fijar esos apoyos. ¿Cara o cruz? Mierda.En instantes se le viene encima la chapuza. Meses de preparación, ilusión y proyectos. Toca cambiar el chip.
No nos queda otra que seguir. Estamos sobre el km 110. Vuelta a subir bajo un calor de bochorno. En el siguiente avituallamiento vuelven a estar nuestros seguidores.
A mi padre tengo que darle así la mala noticia. Acaban de pasar con Javier ante el y no sabía nada. Corre hacia la asistencias a ver si se puede enterar. Algo más adelante Cristina, Susana, Montse y Daniel nos asisten con isotónicos.


Y vuelta a subir mientrasellos comienzan a tirar de teléfonos para preocuparse por Javier. Carlos y yo, para arriba camino de Venta Vieja. "Brasas" se abrasa por no parar a quitarse el chubasquero esperando la bajada que no llega.El descenso a Los Tojos, rápido y peligroso. Carlos a punto estuvo del gran susto al perder unos instantes el apoyo de una mano.En Arroyo Juzmeana paramos lo justo e iniciamos el ascenso al Moral de nuevo. Un compañero se amolda a nuestro ritmo. No hacemos mala subida pese a que cada cual ya va con lo justo. Muchos caminan para evitar los calambres. Llegamos al fin al alto y sin detenernos emprendemos el últimodescenso hacia Ucieda. Me adelanto un poco y espero en la campa a Carlos. Ya sobre el asfalto volamos agrupándonos y acoplándonos unos cuantos. Tras librar el último peligro del tráfico en el mismo pueblo de Cabezón, callejeamos entre el gentío y pasamos saludándonos por meta.

Impagable Cristina nos espera. Allí también está Jose que llegó hace más de media hora.

Sergio lo hizo adelantándonos también sobre 15 minutos.



Al parecer las urgencias trabajando a destajo a cuenta del Soplao. Javier en Valdecilla de donde le mandan a casa para citarlo el lunes y programar su intervención (hay que ponerle una placa) para el miércoles.

Pto Dorsal Nombre Equipo Cat. Soplao El_Moral Venta_ViejaEl_Moral_II Tiempo Tiempo_Neto
1481 1687 LÓPEZ DE LA TORRE Iñaki B 2:46:03 6:11:45 9:43:49 11:06:18 11:52:37
11:35:57
Los dos primeros
1 0 GOMEZ GOMEZ Angel MTB CABEZON A 1:26:46 3:23:02 5:20:29 6:13:05 6:46:56 6:46:55
2 2 CAGIGAS AMEDO Matias GRUPO DEPORTIVO BETON B 1:26:45 3:23:03 5:20:28 6:16:08 6:53:36 6:53:29
El último
3014 730 PEREZ LOPEZ Ignacio D 3:13:14 7:40:00 12:34:46 14:38:11 16:09:12 15:55:52

Total; 11h 36min para 160 km, con poco más de 4000 metros de desnivel. Pulsaciones medias 127, máximas 167. 6587 Kcal consumidas.

Como he comentado a Agus, debo esta vez enmarcar con tinta imborrable y en letras bién mayúsculas LO MUCHO QUE SE SUFRE DANDO PEDALES TODO EL DÍA. A ver si así se me quitan las ganas para otra vez... Siempre que no lo pida mi hermano!