sábado, 8 de marzo de 2003

Entre Villalba y Villalba, casi 100km

"SuperRuta" BTT. La "SuperRuta"... superada. Estas cosas hay que hacerlas para luego contarlo, así que aunque no lo queráis os haré un repaso de nuestra aventura del sábado. Como empieza a ser habitual, llevamos el plan hasta sus últimas consecuencias únicamente Alberto el incansable y el que subscribe. Así pues, el sábado a las 8:15h nos presentamos dispuestos a todo en la estación de Villalba. Allí conocimos enseguida a presidente y vicepresidente del club de Majadahonda y nos hicimos con el botín (llavero y mapa de ruta), lo que nos hizo pensar en regresar a casa. Con casi una hora de retraso, tuvimos que esperar un autobús lleno de ciclistas que venía de Cuenca, empezamos a rodar los 58... Con algunas equivocaciones para salir de Villalba, pronto nos vimos bordeando pantanos (Valmayor y otros) y comprobamos enseguida lo jodido que iba a estar esta primera parte del recorrido. El tiempo, excelente, menos mal. Pasamos algunos charcos, bien. Cruzamos algún arroyo, no pasa nada. La bici se empieza a llenar de barro, contábamos con ello. Pero cuando vemos al VicePresi, que se mete en el pantano hasta casi la cintura, con la bici en una mano y las zapatillas en la otra ... mal presagio. Por el tupido bosque nos buscamos la vida para cruzar ese primer rápido, pero es que después hubieron más. Un "poco amistoso" propietario de finca no nos dejó cruzar SU PUENTE y tuvimos que cruzar A NADO. Le siguieron algunos vadeos más. Hubo quien intentó cruzar pedaleando... y su fin fue el de darse un buen chapuzón. Un par de meses después nos enteraríamos de que alguien ha avistado un par de cocodrilos en Valmayor... El terreno era bastante "técnico", lo que nos llevó a muchos (me incluyo) al suelo. Alberto paso este tramo con mucha dignidad. En unas tres horas únicamente habíamos recorrido 26 km... Ávila empezaba a quedar muy lejos... La organización, perfecta. Coche de apoyo que nos esperaba cada 10 km, con manzanas, bebida, plátanos, barritas, ropa seca,... En un descenso rápido y algo comprometido Alberto no pudo evitar una caida. Tonta, como lo suelen ser todas, pero que nos podía haber trastornado los planes. En un momento se reintegró y a pedalear, que no en por nada se dice aquello de que los ciclistas están hechos de otra pasta. La organización toma la decisión de modificar el itinerario, pues no vamos a llegar de día a este ritmo a Ávila. Primeras bajas. Se retiran antes de Valdemaqueda algunos. Entre ellos las únicas dos féminas que nos acompañaban. Antes de Valdemaqueda cogemos un tramo de carretera y al fin podemos pedalear con ritmo, allí me mido con el grupo y las sensaciones no son malas. Excepto porque la cadena parece un trozo de lija, demasiado barro y agua.



En Valdemaqueda la gente se mete unos bocatas de medio metro (sobretodo los de Cuenca a los que esperaba el autobús). Nosotros seguimos a base de chocolate, barritas, y café. Con la comida, alguna baja más que aprovecha el autobús. Y tras comer fuerte subida que hace estragos. Giramos en dirección a la carretera de la Cruz Verde primero por pista y luego por carretera de montaña, sin tráfico. Entorno precioso y cuesta... larga, larga. A darle caña me digo, y pronto me veo con solo tres ENERGÚMENOS por delante. Sudo la gota gorda para coger al tercero, pero tengo que cederle unos metros y alcanzamos el alto con diferencias de segundos. Aprovecho a echar un pis y me doy cuenta de que he forzado bastante ( no por el tamaño de nada ...). Cuando bajo a unirme a los que van llegando veo que Alberto ya está allí. Como siempre hundiendo a más de uno... ;o) Aunque la cara reflejaba un cierto cansancio (OS JURO QUE LO HE VISTO, ES HUMANO!). Gran desbandada hacia las Navas del Marqués (a cuatro Km). Ávila por carretera a 38, pero giramos a derecha hacia la Cruz Verde, por peligrosa carretera. Ya quedamos unos 20, y llevamos algo más de 60 km. Sana intención de ir agrupados por la carretera, pero pronto se desatan los "ataques" y no soy capaz de evitar caer en la tentación de tirarme cuesta abajo a más de 60 Km/h dando relevos a quien es capaz de seguirlos. Empieza la subida y me espero un rato a ver si veo venir a Alberto, pero este terreno no le beneficia (en las bajadas pierde lo que costosamente se trabaja en las subidas) y está lejos. Vista al frente y a pedalear a cuanto pueda durante otros 6 o 7 km de subida. Cojo a uno, a otro, a otro, pero el grupo "fuerte" (5) está ya lejos, y por qué no reconocerlo, son más fuertes que yo. Llegamos al alto y esperamos. Alberto llega enseguida, en solitario. Habrá hundido a otros tantos. Barrita energética (que dice producirle flato, como consecuencia de lo cual tomará la decisión de NO VOLVER A COMER cuando monte en bici), impermeable (es ya tarde, hace fresquito y hay que bajar), y nos tiramos cuesta abajo. En el bar de moteros tomamos una última coca y esperamos al grupo. Ya únicamente quedamos menos de 20. Vamos para abajo, pero de todos se queda atrás Alberto (dando ventajas en el peligroso descenso de Cruz Verde). Le espero en la cuneta, puesto que "habrá que trabajar aún" hasta la llegada al camping de Escorial, donde dicen que hay una cañada que nos llevará hasta Villalba.



En San Lorenzo del Escorial nos esperan y volvemos a reagruparnos, por poco tiempo, puesto que en la carretera Alberto vuelve a ser prudente y pronto les perdemos de vista. Otra vez nos reencontramos en el camping, y ya en terreno seguro por la cañada comenzamos a rodar en grupo. Somos unos 10. Al principio "hablamos" entre nosotros, pero pronto (lo llevamos en la sangre) no es posible intercambiar más palabras que algún eventual CUIDADO CON EL BACHE. Hacemos eslalon sorteando charcos y tiramos por encima de los 30Km/h hasta que el PRESI del club impone el orden con un "PARAR UN POCO QUE SE NOS VAN A PERDER". Alberto y tres más vienen más atrás. Doy la vuelta a por el. Ya no se declara más la guerra y llegamos en grata conjunción hasta la estación de Villalba. Mi cuentakm ha superado los 100 y el de Alberto creo que marca 96 o 98. No han sido los 107 previstos hasta Ávila, pero tampoco han estado mal. He de decir que ni a Alberto ni a mi se nos pasó por la mente la idea de retirarnos a alguna estación de tren. Y tampoco votamos a favor de optar por ruta alternativa a las Murallas de Ávila. Calculamos que hemos terminado el recorrido completo entre 16 y 20 personas, de los 58 que salimos por la mañana. No está mal. En el último momento Alberto me arrebata uno de los premios a "los dos mas perjudicados que completan el recorrido". Se llevó el tío un maillot del club! Y eso, sin hacerle análisis de orina y/o sangre. En fin, que sepáis que también os echamos de menos, y que si no habéis venido es porque no habéis querido (Y EL QUE NO SE HAYA ESCONDIDO TIEMPO HA TENIDO, YA!) ;O)

El fin de semana siguiente lo pasamos en La Rioja. Mucho vino, sarmiento, ... pero también tuve tiempo para ver a lo lejos el pico San Lorenzo, nevado y sobresaliendo cual kilimanjaro... Desde Briones di una vuelta en bici. 53 Km para subir un par de puertos por la sierra de Cantabria. En la bajada del puerto de Herrera creo rodar en bici a la mayor velocidad que lo haya hecho en mi vida. El cuentaKm marca una velocidad máxima de 89 Km/h. Emocionante ... y si ... mejor no pensarlo.