sábado, 9 de junio de 2001

Naranjo de Bulnes - Top

Pico Urriellu (2551m). Un sueño que se hace realidad! 9 de junio de 2001. El día anterior estaba en Madrid y desde allí nos trasladamos a Santander. Llegar, descansar un poquito y en ruta con Javier y Oter hacia el Collado de Pandébano. Dormimos junto al coche en la tienda y muy tempranito nos desperazamos y en solitario subimos hasta el pié de la Directa de los Martínez al Naranjo. El tiempo no es estable, viento, nubes, sol, frío, calor,... Desde abajo la vista de lo que tenemos que escalar es tremanda. Pese a todo venimos decididos y Javier abre el primer largo, que sabemos que es el que presenta la mayor dificultad (al principio), siempre claro que sepamos acertar con la ruta... Le sigue Oter y yo por último con la mochila a espaldas cargada con agua, comida, algo de ropa (chubasquero no más), y la pesada cuerda para el descenso. Esta carga me echa para atrás cuando afronto los primeros pasos... me pregunto si seré capaz de llegar arriba. Tengo que serlo, porque lo estoy deseando y es a lo que he venido. Nos reunimos en la primera "reunión" y continua Javier abriendo vía, después de haber tenido que sufrir a mitad de largo la primera granizada que pronto se secó. Nos volverían a caer otro par más de granizadas a lo largo de los tres largos siguientes, pero teníamos claro que mientras se secase la roca continuaríamos. Los momentos en la reunión, mientras Javier abría y sentíamos la precariedad y larga distancia entre los seguros... se hacían tensos. No podía impedir gritarle de cuando en cuando para procurar que "metiese lo que pudiera, cuanto más mejor", pese a que esto no hacía más que ponerle también a el nervioso. Creo que fue durante el tercer largo que pasó un rato complicado al no acertar con la reunión...

Dejo parte de la carga en una reunión, no podría con tanto peso, y les sigo con la cuerda y chubasquero en la mochila. Tras el último largo nos encordamos para caminar con cuidado en dirección al precario collado de la cresta de cima. Entonces, pese al mal tiempo que se estaba avecinando, sabía que lo habíamos logrado, que había subido al Naranjo, algo que a duras penas me había atrevido a soñar. En la cima nos esperaba la santuca... y nada más. La niebla envuelve todo y no podemos disfrutar del paisaje... pero qué importa! Descendemos a ratos descalzos, los pies de gato aprietan, y pronto empezamos a rapelar aunque no lo suficientemente temprano como para evitar que durante el descenso no cese la lluvia. Recuperar las cuerdas e intentar ordenarlas en cada reunión se hace duro y se me cargan los hombros... Oter ha decidido que está muy cansado como para echarnos una mano (luego bromeariamos con esta circunstancia, el suele comentar que lleva porteadores...) a Javier y a mí en esta tarea.

Recuperamos los objetos desperdigados por la vía y ya en suelo firme y contentos nos dirigimos a Pandébano. La paliza total nos ha llevado 13 horas seguiditas. 4 horas echamos en la pared para el ascenso, parte de este tiempo esperando a que pasasen las granizadas, y rapelamos en 2 horas y media.

domingo, 3 de junio de 2001

Daniel sube al Yelmo

El Yelmo (1716m). 3 de junio de 2001. Es la segunda vez que ascendemos Cristina y yo a esta peña. La vez anterior Daniel iba en la barriga de Cristina, en esta ocasión vá a mis espaldas. Nos acompañan Alberto y MªAngeles. En la grieta nos vamos pasando a Daniel y lo hizamos hasta arriba. Con dos años y 5 meses ya ha subido también al Yelmo... De cuando en cuando nos preguntamos si en un futuro le gustará u odiará esto de la montaña... Por el momento yo sigo llevándole, pero se acerca la temida etapa en que ni yo seré capaz de transportarle ni él querrá andar... Entonces recurriremos a la familia, y mucho me temo que Cristina dejará de acompañarme tan amenudo.