sábado, 30 de agosto de 2008

Montblanc

Alpes: Los sueños, sueños son...
Expedicionarios en Chamonix...

Día 1.- Casi 24 horas después de partir desde Santander, y tras 1238 Km llegamos a Chamonix (15:00). Paseamos y gozamos de esta villa, se ve increiblemente cerca Le Massif du MontBlanc... Aiguile de Midi, Tacul, Maudit, Mont Blanc, Dome do Gouter, ... y los glaciares amenazantes.

Día 2.- Desde las proximidades del trampolín ascendemos por el trazado de la conquista del Mont Blanc hasta la Junction, punto en que se bifurca el glaciar que desciende directamente de Mont Blanc; Taconnaz y Bossons. Increiblemente pende amenazante el glaciar de Les Bossons sobre el valle. Cristina y Daniel llegan hasta el chalet del Glaciar. Un buen desnivel para probarnos, en unas 7 horas de recorrido con paradas.

Día 3.- Ayer nos mojamos un pelín durante la excursión, pero en su mayoría lució el sol. Hoy, llueve y llueve. Paseo por Gorges de la Diosaz que salva un poco la jornada. Visitamos el valle de Chamonix desde Sant Gervais hasta Argentier. Sigue lloviendo y la previsión no es alagüeña.


Día 4.- Aún más agua. Con el ánimo algo alicaído, sin prisas tomamos el tren de Montevers. La visibilidad no nos permite gozar del panorama, pero con todo es espectacular la curva trazada aquí por el glaciar de la Mer de Glace. Descendemos hasta la gruta y se nos ocurre dar un paseo por el glaciar. Llegados a las escalas que salvan la pared hasta el pié del glaciar acaba la excursión para Cristina y Daniel. Poco más de dos horas dedicaremos a caminar a buen ritmo por encima de los hielos. Espectacular pese a la falta de visibilidad. A un lado Los Drus y Aguille Verte, al fondo Aguille de Tacul y tras este deben de estar las Jorasses...


Día 5.- Pese a la lluvia nocturna, amanece un rayo de sol que automáticamente nos hace coincidir en la decisión de que mañana tiraremos para arriba. Por tanto hoy toca descanso y preparar la mochila. Nos dirigimos hacia Les Contamines - Motjoe y desde allí paseamos partiendo de la Notre Dame de los Gorges en agradable entorno hacia la cascada ?¿?¿ Daniel pendiente del reloj nos devuelve al punto de partida, toca cocinar... De nuevo al camping, se ríen de nosotros por tratar de encontrar transporte por 3km desde el camping a la estación del tren... ¿para luego subir montblanc?


Día esperado. Para arriba...

Día 6.- "Velada en vela" sobre el piso superior de la California. Los nervios impiden conciliar el sueño a los "hermanitos" que cada poco se preguntan qué nos deparará el futuro próximo, ¿llueve?... Durante la noche decido telefonear a la mañana al refugio Gouter por si aún podemos evitarnos cargar con algo de peso y conseguir así también algo más de seguridad. El montañismo es un acto puro pero egoista. Del Saja al Montblanc... y en el camino Peña Vieja, Almanzor, Mulhacén, el Naranjo, Monte Perdido, Aneto, el Teide, Palas, Midi, Infiernos, ... El salto ahora es cuantitativo (de los tresmiles al mayor de los cuatromiles) por lo que mi mayor preocupación es la aclimatación... Corrremos por Sant Gervais (3km) para alcanzar la estación del tren de montaña antes de las 7:35h. El día antes estuvimos a punto de solicitar un taxi, pero acabó esto provocando la risa de nuestro anfitrión en el camping... En el tren, primer síntoma de mal de cuerpo al atrapar y destrozar el revisor de un portazo un dedo de un montañero que despreocupado charlaba con el peculiar guía que decidimos adoptar como sherpa particular al seguirlo a cierta distancia durante los primeros pasos sobre la reciente nieve caída ya en esa cota. La visión de Aiguille de Gouter y Aiguille de Bionassay y su quebrado glaciar desde le estación el tren cremallera del montblanc... espectacular y también por qué no acojonante. La vista del penoso caminar del montañero aproximándose a Tete Rouse nos hace dudar sobre lo que esta montaña nos va a exigir. Más tarde nos comentarían que ese día no se pudo alcanzar la cima por los fuertes vientos que barrían la arista de los Boses. Bonito glacier este de Tete Rouse, bonito refugio, pero alzar la vista al frente para visionar la oscura pared que nos espera aún sigue acojonando y aquello allá arriba colgado del abismo es el refugio Gouter, es nuestra meta hoy. El paso de "la bolera" es donde estrenamos el casco. Está asegurado por un cable que únicamente sirve cuando la nieve alcanza el sificiente espesor. No es hoy ese día. Pero es aún seguro atravesar por aquí debido a que la nieve sujeta las piedras que esperan más arriba dejarse llevar por la gravedad en cuanto que sientan un pequeño empuje o la nieve que las retiene desaparezca. Primera dificultad teórica que pasamos sin problemas. Encordados y encasquetados, también pronto encramponados, subimos por esta espina que trata de buscar protección frente a posibles desprendimientos. Caóticos peldaños que suben francos. No encuentro buenas sensaciones en este lugar y trato de llegar arriba cuanto antes. Error. Javier va con la lengua fuera y no le dejo comer y beber. A cambio estaremos arriba en dos patadas. No me gustó por prepotente el tono de la guía que arrastraba a ritmo marcial a sus dos jóvenes clientes americanos. Arriba su actitud mientras fumaba su porrito (sin ofrecer) reafirmaba mi impresión. Si pude observar y valorar el trabajo de los guías que por lo general dan gran confianza al cliente, le saben llevar por los pasos más cómodos, adaptan el ritmo a su capacidad, resuelven a cada momento las dudas sobre lo que les espera, se encargan de reservas y horarios, están al otro lado de la cuerda vigilantes... El peso de las mochilas se hace notar... Tienda, sacos, clavijas (las justas, ya veremos), piolets, bastones, colchonetas, barritas y demás porquerías, sandwiches, 6 litros de agua, linternas, cascos, crampones, cuerda, un par de mosquetones, ropa diversa, cámaras de fotos... en nuestras dos mochilas ponen a prueba su capacidad y nuestra resistencia. Dos largos tramos de cables protegen los pasos más delicados del ascenso. Cada poco nos cruzamos con los que bajan, en ocasiones nos adelantan, en ocasiones adelantamos... Rusos, polacos, americanos, franceses, italianos, suramericanos, británicos, alemanes,... y españoles, muchos y charlatanes españoles. De la bolera al balcón de Gouter no hay una sola foto de la subida. Indicativo de que no hubo tiempo ni para echar mano de la cámara de fotos... A cambio, tras unos minutos de descanso sobre el "banco de cramponaje" del refugio Gouter, la temprana llegada al exigüo collado en que vemos algunas tiendas nos permite aprovechar el agujero ya escavado para plantar nuestro viejo iglú. Tienda que aseguramos con seis clavijas, dos piolets y cuatro bastones... ya veremos si esto aguanta. Rendidos desordenamos el contenido de las mochilas sobre la superficie interior y pronto cogemos la horizontal. Tratamos ahora sí de comer, pero esto se hace difícil. Primero por esta pequeña pero constante molestia de cabeza que nos ha entrado nada más alcanzar los 3700-3800. Sin duda relacionado directamente con el sintomático malestar de estómago que parece atacar algo más a Javier. Más tarde el frío penetrará en los alimentos y tampoco será grato por esto masticarlos. Con todo nos vamos comiendo algún que otro sandwich y barrita y bebemos periódicamente. Tenemos toda la tarde pues no son más que las 14:00 horas cuando alcanzamos el refugio, desde las 8:30 en que salimos del tren. "Bad Wheather". La atmósfera se revuelve. Salir de la tienda nos depara un grandioso espectáculo con el midi de frente atrayendo las miradas... Nubes por encima y por debajo, rayos del sol que se filtran, luces y sombras, precipicios increibles... Echar un pis es toda nuestra tarea para hoy. Nuestro paseo son apenas 20 minutos en torno a las 20:00h de la tarde. Pequeño paseo de reconocimiento de la arista que de madrugada nos debería llevar hacia el montañón del Dome Du Gouter. De nuevo a la tienda, y de nuevo las dudas. Cada 10 minutos Javier parece dormir otros 10. Yo no puedo. Siempre se me han resistido las noches de saco, y esta más que ninguna. Ese viento y nieve barrida con su constante golpear sobre el doble techo de nuestra tienda no ayuda a despejar dudas. Mi mecanismo de defensa, activado. Es curioso cómo pese a no estar amparado por fracasos es constante en mi mente al afrontar pequeños y grandes retos de pequeñas y grandes ascensiones con la idea de que no voy a alcanzar cima. Ya digo que no suele ser el caso. Ahora mismo no recuerdo más que una ocasión en que tuve que dar la vuelta a pocos metros de una cima en la montaña vasca, y por razones más que justificadas por invaginación de nuestro retoño... Cierto que tampoco al primer intento alcancé Midi y Palás, pero estas ocasiones fueron plenas por haber ascendido el petit en una y dos canales en la otra. El caso es que mi autoanálisis concluye que de esta forma evito siempre el fracaso y también en cierta medida la presión. Estos dejan de existir desde el momento que le quito importancia (con ello también pasión seguramente) al objetivo. Aún no he conseguido el dictamen de Itaca, aquello de disfrutar plenamente del camino, pero estoy en ello, estoy en "el camino". Qué pinto aquí. No lo sé. Cristina y Daniel no se merecen el riesgo, que tampoco parece ser alto... Espero que ellos no sufran innecesariamente.

Directos a cima y vuelta al valle

Día 7.- Dos de la mañana, llevo varios minutos esperando que llegue este momento, esperando que suene el despertador. Cinco bajo cero dentro de la cálida tienda. Javier ni pestañea, y yo también remoloneo. Estar acompañado, siempre compensa. Los momentos de debilidad de uno no tienen por qué coincidir con los del otro, por lo que sin más las cosas siguen su curso. Me pregunto lo duro que debe ser en determinados momentos seguir adelante cuando uno está solo. Pero también lo he experimentado, y por lo general la convicción en esos casos no deja lugar a dudas, y la falta de preocupación por el compañero evita también algún que otro quebradero de cabeza. Algunas cordadas emprenden ya el camino en torno a las 2:30h. 3000 metros más abajo, las luces de Chamonix invaden todo el valle. Tan cerca y tan lejos. Covertura de móvil total, pero a 3000 metros verticales de la civilización urbanizada. 3:15h cuando al fin echamos a andar. No me lo puedo creer. Estamos en esta fila soñada. Mochila para mí, cuerda para Javier. La luz de nuestros frontales es suficiente. El cielo en calma y despejado. No podemos pedir más al día. Bueno, quizás que las aspirinas y gelocatiles hubieran tenido algún efecto... Alzar la vista y ver cigzaguear los destellos por el dome Gouter tranquiliza. La visión de los próximos cuatro pasos es más que suficiente y te concentras únicamente la labor de darlos, y en las de adaptarte al ritmo de la cordada alcanzada o echarse a un lado para dejar paso de las que te alcanzan. Cuantos más por delante, mejor. Más firme será el camino. 7:47h, cima, primera parte. Tristeza, vacío. ¿Esto es cima? Amplia cresta alargada que torna su inclinación al descenso... Y aquí ¿sin mi hermanito? Primeras lágrimas que aparecen. Sorteo a los montañeros hasta que no me queda ninguno más allá. Va a ser que sí. Fotos al tuntún y emprendo la bajada con la esperanza de que Javier continúe para arriba. Así es. Alegría inmensa, media vuelta y para arriba otra vez. Esa cordada de simpáticos murcianos y la chica americana, han sido lo que en ese momento necesitó y yo no supe dar a Javier para continuar adelante en los 100 metros finales. Dos pasos, descanso. No es más. 8:05h, cima, segunda parte. Ahora sí, alegría. Lo hemos logrado, lo he logrado. Aún no soy consciente de lo que me ha costado llegar aquí. Lo de menos el esfuerzo de los últimos dos días. Solo yo se lo largo que ha sido el camino hasta este sitio. Fotos aquí, fotos allí. 16 grados bajo cero y lo que nos espera para abajo no invitan a quedarse. A las 8:20 iniciamos el descenso. Trillizos en refugio Vallot para mi hermano, que recupera la salud a cada paso. Yo paso frío mientras observo la entrada al retrete de los gallegos, encordados... Estoy hecho polvo, necesito descansar. El agua está congelada y no me apetece granizado. Las lágrimas retornan, esta vez por el recuerdo del triste y reciente fallecimiento del hijo de Alberto. Estoy desconsolado y masco con cada paso el mensaje que en cuanto pueda enviaré a Alberto. -A las 7:45 he pisado el Montblanc con lágrimas de recuerdo por tu alberto y su familia. Vaya por vosotros esta sinrazón que tu bien sabes comprender. Comparto con Javier mi duda sobre el efecto del mensaje, no quisiera yo incrementar la pena, pero sabio me dice que es lo que yo siento y por tanto bueno será. Alberto responde: -!!Enhorabuena!!!. Compartimos vuestra alegría y os seguimos admirando. Vuestras lágrimas son también muy contagiosas. Un fuerte abrazo a todos vosotros. 11:00 me tiendo al fin en la tienda. Javier recuperado milagrosamente pretente continuar sin descanso, pero le convenzo de que es mejor reposar al menos una hora. Yo lo necesito. A cada minuto tendido parece notarse cómo la energía vuelve a mí. Recogemos los enseres en esta bonito mañana, con calma, ahora sí disfrutando del entorno. Dos latas de cola a 4euros 15cent la lata, serán todo lo que de esta infraestructura artificial nos aprovecharemos. Damos cuenta de una de ellas en la terraza del Gouter, y la otra es todo el líquido que nos queda para los 1500 metros de descenso que nos esperan. De nuevo mochilón a la espalda, pero al poco de iniciar el descenso del refigio Gouter el dolor de cabeza ha desaparecido completamente. El día es precioso, lo hemos conseguido, estamos bien, es temprano, el descenso es divertido, bromeamos, no hay prisa. Ahí sí que alcanzo la tranquilidad ansiada. El apoyo de manos evita algo de tensión en las rodillas hasta alcanzar el plató de Tete Rouse. Desde ahí hasta el tren descargamos el peso posible del caminar sobre los bastones... 16:24h alcanzamos la estación del tren. Hacemos cola y nos acomodamos en el descenso hasta el valle.

De bien nacidos ...

Agradecimientos

Pandilla de la tierruca (Félix, Manuel, Oscar, Sonia, Alberto, Olga, Barbi, Richard, ...), por acompanarme en el camino Félix, por abrir huella en montblanc Jesús, que siempre estuvo allí Agus y demás gamdas, por adoptarme y alegraros Alberto, esta cima sabes que es tuya y de tu hijo Marta, que supo lo importante para mí de este reto Macarena, por contagiarme su alegría Marco, por su generosidad Tejero, por recuperar mi tobillo en tiempo récord Guirao, por los útiles consejos Familia (Manolo, Merce, Emma, Susana, David) por sufrir en silencio. No sé si comprendiendo pero sí permitiendo. Estos son los retos que me gustan, pese al nudo en el estómago que con ellos provoco. Cristina y Daniel... No tengo palabras, solo lágrimas. Gracias mil. Y perdón cientos. A todos los que se cruzaron en mi camino, todos vosotros subísteis conmigo

Día 8.- Nos regalamos la ascensión al Aiguille du Midi y sus paisajes... Tras compras por Chamonix iniciamos el viaje de retorno (vuelta a la carretera que nos plantará en Anero a la hora del cocido).

viernes, 15 de agosto de 2008

Claveles - Peñalara

15 de agosto, Claveles y Peñalara. Jamás he salido al monte con tan poca gana. De hecho cuando me acosté no pensaba hacerlo, aunque di muchas vueltas a la idea de que quizás debiera probar mi tobillo tras este segundo Cyriax... Pero lo realmente terrible es hacerse a la idea de que el correo de esta mañana de Alberto era real. Su hijo, muerto al ser precipitado camino de Urriello a un barranco por un rayo. Terrible. No pego ojo y opto por partir hacia Cotos. 7:40 empiezo a caminar y opto por el trazado que me lleva primero a la laguna del Pájaro. Risco de Claveles - Peñalara. Estoy triste y alguna lágrima escapa. Son muchos los motivos que acumulo. Espero encontrar la reconciliación conmigo mismo, quizás en los soñados Alpes, ahora que empiezan estas vacaciones.

lunes, 4 de agosto de 2008

Punta Escarra

Cuatro de agosto, Punta Escarra. Carillo nos va a salir este otro "pequeño Cervino"... Daniel, de campamento, y el plan que se me ocurre pasa por llegarnos hasta Candanchú (Albergue Valle del Aragón) transportando a dos peregrinos; MªAngeles y Rafa. El sábado tranquilamente, sin prisas, partimos desde Canfranc (puente del peregrino) hacia el circo de IP remontando su largo valle. Unos 1700 metros de desnivel nos separan del destino, y luego habrá que bajar, pero por la mañana, bajo la sombra de los pinos el buen humor reina. Alcanzado el circo, enfilamos a izda hacia Punta Escarra. Al asomarnos al valle de Izas el paisaje impresiona. Ahora llega la parte técnica y poco a poco MªAngeles y Rafa van perdiendo chispa hasta optar por quedarse quietos en la pared en espera de nuestro regreso. Cristina decide seguir y alcanzamos la cima. Bajar de ahí con seguridad al grupo nos hace acumular aún más retraso y las cuentas del regreso a la ansiada cena no nos empiezan a salir...
Largo descenso, y a un pequeño descuido, repito el dichoso esguince del pié derecho. Mierda, y más mierda, a dos semanas del pretendido viaje a Alpes. Maldigo mi suerte. Aún nos restan tres cuartas partes del descenso cuando las rodillas de Cristina empiezan a hacerle la vida imposible. Pronto se convierte en un pequeño suplicio para cada uno de nosotros... Aún habiendo tardado 12 horas, el amable guarda del albergue (que cuidó de Lisi todo el día) nos hará una abundante cena.
Al día siguiente tenía previsto subir al Aspe, pero bastante tenemos con lamernos las heridas, mientras hacemos turismo a un lado y otro de la frontera. Con una buena comida nos despedimos de nuestros peregrinos. Para mí comienza la cuenta atrás de una precipitada rehabilitación del tobillo...

domingo, 6 de julio de 2008

Los Infiernos

Bien pudiera parecer que comienzo a salir de Los Infiernos, siendo ahí donde me encaramo para por fin romper mi sequía de cuatro largos meses...
6, 7 y 8 de julio. El viernes nos plantamos Daniel, Cristina y yo en la Casa de Piedra. Vergonzoso lo que están haciendo con el futuro Panticosa Resort. Primera noche para Daniel de compartir habitación con desconocidos que roncan, parecen ahogarse, duermen cuando aún hay luz, se despiertan a horas increibles, hablan otros idiomas, ... Sábado bien tempranito encaminamos nuestros pasos cargados con pesadas mochilas hacia los Ibones Azules. En el primero comemos y sesteamos hasta que nos alcanzan Roberto y sus amigos. Nos llegamos hasta el Ibón Azul superior, donde estableceremos nuestro campo base. Siesta en condiciones, plantación de tiendas, paseo en torno al lago por las alturas. Se pone el sol y con el nosotros. Por la noche, tormenta.

No son las 7 y ya estoy haciendo ruido. Desayuno, limpieza de dientes, plantación de pino, y nada, que nadie se levanta. A las 7:45h no aguanto más y parto hacia los Infiernos de avanzadilla. Solitario alcancé el collado y descubrí el lago. Solitario me asombré ante la marmolera y recorrí sus límites. 45 minutos hasta el collado y casi una hora más hasta la cima central de los Infiernos. Cresteando la línea blanca me llego hasta el pico occidental. De vuelta, me cruzo con el resto de compis con los que cruzo apenas unas palabras anunciando que adelantaremos nuestro descenso. De vuelta al Ibón, desmontamos el campamento, me atrevo con un chapuzón y partimos los López Salmón. Tranquilamente descendemos a Bachimala donde comemos. Daniel se comporta bien y apenas come el tarro a su madre con los continuos ruegos de espera. Sobre las 16:30 estamos de vuelta a Casa de Piedra dando buena cuenta de unos refrescos.

sábado, 24 de mayo de 2008

diezmildelsoplao, 2008

Diezmil del Soplao. 24 de mayo, 2008.

Ha sido un infierno. Al poco de salir comenzó a llover. Al ir solo, salí muy delante, y la gente iba a toda hostia y con muchos nervios. Mucha tensión las dos primeras horas en las que no paró de llover y en las que se subieron ya los dos primeros "repechitos". A patita por el barro y la pendiente. Las bajadas muy peligrosas, y más cuando las zapatas empezaron a gastarse y los cables de los frenos a acumular tierra. Al cruzar un río en Carmona tuve una caída. Molestias en una muñeca pero sin más daños. En la subida a Monte Aa, el plato pequeño dejó de entrar (lo tuve que meter con el pié a partir de ese momento) y cuando tensaba mucho la cadena se trababa, teniendo que dar una pedalada atrás o parar... Total, que usé solo el plato medio en esta subida. Después me dieron un manguerazo a la bici y un engrasado y pude volver a contar con plato pequeño.Las gafas llenas de barro hacían las bajadas realmente peligrosas. En Ruente las enjuagué con barro y un paisano me las limpió con su manga... Realmente muchos se volcaron con la aventura. Primera subida al Moral, 11 km por delante y empezaron los calambres en el muslo derecho cuando me ponía en pié sobre los pedales. Solución, sentadito toda la subida. Tengo el culo sensiblón... Arriba del Moral, más lluvia y frío, y toca tirarse para abajo. Imposible un momento de descanso, pues las bajadas... muy peligrosas en esas condiciones. Enlace por carretera hasta Bárcena Mayor y ahí tras un bocata de jamón y harto ya de plátanos, pastelitos y aquarius, otra vez para arriba. Ahora 16 km. Esta subida no llegó a llover y hubo incluso quien disfrutó del paisaje. A mi no dejó de pasarme gente desde el inicio hasta el final. Marqué marcheta y como si fuera solo, que realmente fui solo. Una vez finalizado el puerto, una bajada y otra vez a subir a Palombera por carretera, desde aquí se baja unos kilómetros y ya sin frenos me salvó un mecánico en la asistencia del inicio del puerto de la Venta Vieja. Como pudo reajustó un poco los frenos, y listos para afrontar una pista que parecía un autentico patatal. Caminando por el prado, y metiéndonos por charcos, barro... Las ruedas y frenos con pegotes enormes de barro... deslizando... Niebla, más frío (aquí granizó a algunos poco antes de llegar yo), y otro descenso por una pista peligrosa. También bajando me pasaban volando y eso que yo pensé que no se me daba mal bajar... ¿será momento de cambiar los clásicos frenos de zapata y cable por hidráulicos + disco? El caso es que noté que el corazón también bajando se disparaba... Menudo descanso.En el pueblo de los Tojos me salvó de nuevo el manguerazo de un paisano. Lo que faltaba por bajar de carretera, con curvas cerradísimas... como para seguir sin frenos. Y otra vez a afrontar la subida al Moral, por donde antes lo bajamos. Aquí ya me dolía todo; en especial culo, cuello, rodillas por detrás, rótula de la izda, muñeca,... Dejaron de darme calambres en la pierna derecha. Al poco me cruzo con el último participante... pobrecito lo que le quedaba... seguido por el coche escoba y aún con cuatro puertos por delante... A mí solo me quedaba uno, pero se me hizo eterno. Me costó horrores alcanzar siquiera a uno que por delante decidió seguir andando porque la cadena de su bici estaba a punto de decir basta.Y más lluvia, y niebla, y frío... y tras la cima, dos pequeñas cuestas que ya sientan como puñetazos. Y otra vez para abajo y otra vez la tensión y casi miedo... Finalizado el puerto, en la campa de Ucieda me encuentro al fin a mis fans. Mis hermanos, mujer, hijo y cuñados, como buenos aficionados, chupando frío tres horas porque mi cálculo fue excesivamente optimista (no conté con los paseos sobre el barro, ni con el mal tiempo, ni con las paradas técnicas, ... ni con que ya no tengo la explosividad de hace 10 años...). Menuda cara llevaba que asustó a mis dos hermanas... hasta que solté uno de mis comentarios y se dieron cuenta de que aún había vida. Pero qué bien me hubieran venido antes de este puerto o del anterior, cuando la ropa seca hubiera hecho milagros. Daniel va y me dice, venga sigue! Preocupado por que me pasara más gente... después de casi 12 horas... Aquí ya si que dejarse caer por carretera, escoltado por el coche de mi hermano, mientras el resto se trata de adelantar para verme llegar... por los pelos solo pudo verme Cristina. Desde poco más tarde de las 8 de la mañana hasta las 20:20h, sin descanso... Puesto 250 creí oir, de 750 que tomaron la salida... 165 km jodidamente duros.

Puesto General 271º

Categoria : B (Hombres de 35 hasta 44 años)

Posición en su categoria : 105

Dorsal 320

Tiempo Total 12:18:18

Media 13,409 Km/h

Inscritos 750

Recogieron dorsal 679

Salieron 668

Finalizaron 533

Primero 7:40:58 21,476 Km/h

Último 17:03:57

Gracias mil en especial a MªÁngeles que se dió el madrugón por verme salir, y también a Félix (García) que no llegó a tiempo desde Santander... por los pelos. Y a la family, y a los colegas que se acordarían de lo bien que lo estaría yo pasando... Sin mi mujercita y Daniel tampoco lo hubiera conseguido, as always.

lunes, 10 de marzo de 2008

Morezón

Gastarse una pasta en cuatro ruedas, también tiene sus ventajas. Nueve menos cuarto de la mañana, comenzamos a caminar desde la Plataforma de Gredos. El hielo se cobija entre las piedras de la calzada escondiéndose de los mortales rayos de sol que pronto le sorprenderá. Nos encaminamos hacia la cabecera del río de Pozas por Prao Puerto en dirección a Navasomeral. La vertiente protejida del sol aparece completamente helada y calzamos los crampones. Nulo poder de convocatoria esta vez, al menos se animó Cristina a darse el madrugón. Camino buscando la reconciliación... principalmente conmigo mismo. En poco más de dos horas alcanzamos la cima del Morezón (2365m). No defrauda a las espectativas creadas como uno de los mejores balcones del circo de Gredos. Mientras disparo fotos, me imagino recorriendo los riscos... para otra ocasión. Descendemos al fondo del valle de las Pozas y lo recorremos con calma dejándonos llevar por el deshielo.

viernes, 29 de febrero de 2008

Pico Tempestades

29 de febrero, 1 y 2 de marzo Tempestades 3290m De vuelta... antes del debate...

...anticipar que ayer pisé la cima del pico Tempestades después de hacer una ascensión realmente acojonante en todos los sentidos. Tengo un careto que es para verlo, sin crema desde las 8 de la mañana hasta las 16:00 de la tarde, bajo un sol de justicia sobre la superficie nevada.

El viernes 29, iniciamos el porteo de pesado material desde Pla de Senarta (1400m) por la pista de Vallibierna a las 22:50h, después de habernos llegado ahí desde Madrid; Roberto, Lan (su perro) y yo mismo. Alcanzamos el refugio Coronas o de Pescadores (1950m) a las 01:00, aproximadamente los 2 últimos de los 8'5 km nevados.

Sábado 1 de marzo, dedicado a toma de contacto con el medio nivoso y el material de travesía en recorrido hasta los lagos de Vallibierna.

Lecciones aprendidas:

o Subiendo: Anticipar siempre el trazado más cómodo y seguro, buscando no sobrepasar la inclinación que provoque el deslizamiento atrás. El esquí no se levanta, se arrastra alargando la zancada desde muy atrás... A medida que aumenta la pendiente se requirará tirar de vueltas María. Para ello primero asentar bien sobretodo la tabla de abajo, después colocar a la inversa el de arriba, lo más cerca del primero y con los bastones por detrás (pendiente abajo). Mover el bastón atrasado por delante y levantar el esquí juntanto la punta a la pierna contraria hasta ponerlo en paralelo con el primero. Cuando la superficie está helada, cantear y acuchillar por movimiento trasversal o por golpeo en modo escalón. En perpendicular a la pendiente se puede andar a modo escalones... Si hay tropiezo intentar siempre detener poniendo esquí perpendicular a pendiente, bajar la punta o cola, etc... De caer, mejor siempre con los pies juntos.

o Bajando: Recurso de la vuelta maria. En este caso tener en cuenta que debe afianzarse pues ahora desliza... Similar a la vuelta arriba. Anticipar bien los giros e ir parando para recuperar. Cuña - recoger, cuanto mejor se aprenda esto, menos problemas...

El resto fue recibir a los dos compañeros que faltaban por llegar, comer, siesta, cenar, dormir.

Domingo, 8:00, iniciamos la travesía con los esquíes calzados atravesando un bonito bosque por el valle de Vallibierna. Superado el bosque llegamos a una zona de meandros, Pleta de Llosás, en donde abandona Sergio. Afrontamos las primeras dificultades ante una cuesta helada aún a esa temprana hora. Curso acelerado de cómo subir pendientes de unos 30º con los esquíes en los pies y esa sensación de pato... Vueltas maría, acuchillado con los cantos, escalones arriba, zigzag constante anticipando la mejor de las trayectorias. Superada esta dificultad alcanzamos un bonito y helado lago (Ibón de Llosás, 2510m) bajo los farallones que protegen el Tempestades dando la forma de "paralelogramo inclinado" y cayendo directamente de su cúspide. Entramos en un precioso valle pasando junto al ibón pequeño de Llosás. Superado este tenemos ante nosotros unos 200 metros de travesía en diagonal, que va alcanzando una pendiente considerable (y con esas piedras esperando siempre debajo...). Visto esto, otro componente de nuestro grupo abandona (Brito). Quedo con mi lazarillo, en esto del esquí alpinístico, Roberto, y también nos sigue su perro Lan. Finalmente no tenemos más remedio que calzar crampones para atravesar 10 vertiginosos metros (Roberto tuvo que pasar dos veces para portear primero al perro y luego al resto del equipo). Superada esta dificultad se afronta el enorme plató diagonal que hacia la izda culmina en el pico Tempestades, dejando a nuestra derecha Margalida y Russell. El sol nos atiza y hace especial mella en mi compañero. Ya sin agua la desidratación puede con el, y dado que al Tempestades ha subido en 4 ocasiones, opta por esperarme en la base de su última pirámide. Descalzo de esquís, con crampones sobre las pesadas botas, piolet en una mano y bastón en la otra, afronto estos últimos 200-300 metros. El miedo es libre y en estas laderas inclinadas unos 45 grados no me siento nunca cómodo... Pese a todo paso a paso me trazo mis zig-zags. Las puntas de los lados hunden la superficie unos 10 cm clavando en el hielo mínimamente, y paso a paso me acerco a la seguridad sicológica de los bloques de rocas que gano a la derecha. Asomarse al tremendo glaciar bajo el abismo es la hostia, crestear los últimos metros para alcanzar a ver el Aneto (tan cerca y tan lejos) con la famosa arista Aneto - Tempestades a los pies y dejar abajo el resto de los picos circundantes... Una pena haber llegado ahí solo. Son las 13:00 y no disfruto de la cima por la preocupación del descenso. Apuro al máximo las rocas que afloran y finalmente doy el paso a la pendiente nevada. Desciendo ganando poco a poco confianza; primero cara a la pendiente clavando piolét y bastón, luego en diagonal y finalmente alcanzo la roca en que esperan Roberto y su fiel Lan. Ya despojados los esquíes de sus antideslizantes pieles, me toca enfrentarme a los miedos del descenso. Y para colmo estoy hecho polvo. Roberto me marca las trazadas y espera paciente aconsejando. Con mi ortopédico estilo voy perdiendo metros, pero mis muslos arden. Cada par de giros son para mí un examen, y el esfuerzo tal que debo detenerme. Alcanzamos una zona que se inclina en exceso y opto por trazar una larga diagonal buscando una salida a la izda. Se cierra mi paso por una gran pendiente (unos 40 grados) y me descalzo las tablas para portear penosamente por rocas... Aparatosísimo. De nuevo en la pendiente nevada descendemos ya con cómoda inclinación hasta la zona de los lagos... A poco que me confío casi me calzo una hostia... Nos queda una última dificultad en la pendiente precedente al laberíntico bosque. La nieve está en mejores condiciones tras las horas de sol y poco a poco lo libramos. Alcanzado el río soy consciente de lo tremendamente cansado que estoy. Bebemos y partimos... Y yo que pensé que dejarse deslizar sobre los esquíes no costaba esfuerzo... Ni tan siquiera dejarse llevar recto supone un descanso, tal es la tensión de las piernas. Con cuidado, repitiéndome que no debo relajarme, driblo los obstáculos (piedras, ramas, árboles) y alcanzo de nuevo el refugio de Pescadores. Estoy reventado. Los compañeros esperan con la comidita preparada (son alrededor de las 16:00), pero casi no puedo ni comer... Recuperadas algunas energías preparamos el enorme macuto y descendemos sobre los esquíes por la pista los 2 km aún nevados. Ahí volvemos a recuperar nuestro caminar, aún más cargadas las espaldas. Sobre las 19:00 llegamos a las furgos. En Benasque unas tapitas, y en La Muela (Zaragoza) un buén bocata de tortilla. A las 2:00 llego a mi casa...

domingo, 24 de febrero de 2008

Peñalara - Claveles

Peñalara - Claveles Escribe Erjezú, que yo esto vago: "O mañana o nunca" ,parecía indicar el mensaje SMS que entró en mi teléfono el viernes por la tarde. Remitente Iñaki. Texto: "Si te apetece Peñalara mañana pronto, yo estoy por ir". Yo ciertamente tenía un día complicado: cumpleaños de Charo, mis suegros en casa, mi consuegra y sus hijos venían también a casa para el cumple...y para colmo todavía no había comprado el regalo.Pero era el día indicado.Sabía que de no ir ayer sábado, me plantaba en las vacaciones de Semana Santa sin haber pisado la nieve, sin haber oreado los crampones, sin tocar el piolet, sin sentir el viento de las cumbres , sin sentir la figura del Iñaki, poderosa avanzando silenciosa por los neveros...en definitiva que después de hacer balance , pedí el oportuno permiso y con el compromiso jurado mirando fijamente a los ojos de Charo ( sin reírme) de estar en casa a las 13:30 con mis suegros, conseguí el salvoconducto. Quedamos a las 7:30 en Cotos. Yo me retrasé un poco pero a eso de las 7:50 salimos camino del Peñalara. De nieve nada ( menos mal que no me llevé las raquetas) hasta llegar a la llanura del Zabala. Sin dificultad alcanzamos la loma de Dos Hermanas por el circo anterior al de la Laguna Grande. La poca nieve existente , eso sí, estaba en perfectas condiciones para progresar . El que no estaba tan bien era el viento ,que furioso, muy furioso y enfadado, nos azotaba con violencia. En algunos momentos nos costaba mantener la verticalidad y eso que no había venido el Agus con sus cavas y vinos.Llegamos a la cumbre sobre las 9: 30 y decidimos proseguir hacia el Risco de Claveles.Yo no lo tenía claro porque en la cresta podría resultar muy dificultoso guardar el equilibrio con ese viento. Al llegar al primer estrechamiento habilmente decidimos bordear la cresta por la cara NW y en cuanto habíamosdescendido 20 ó 30 metros empezamos a disfrutar de la soledad y del silencio. Vacilamos un poco haciendo fotos y no cumbreamos el Rsico por miedo a salir volando. Descendimos el resto de la arista sin mayores dificultades y aparecimos en la Laguna de los Claveles ya con el viento menos alborotado. Paramos un poco a comer algo de fruta y ese fue el momento más duro porque nos acordamos de todos , CÓMO OS ECHAMOS DE MENOS, ,de verdad, pero sobre todo de Agus. Y a las 12:15 estábamos de vuelta en Cotos después de habernos cruzado con 300.000 lobatos y sus respectivos pendones y estandartes que iban a celebrar algo en las cercanías de la Laguna Grande. En casa no hubo demasiada bronca porque sólo me retrasé 30 minutos y tenía la excusa de haber parado a echar gasoil. Lo malo llegó a la hora de la tarta que también me había responsabilizado de comprar y que no compré por mi despiste intrínseco. Pero lo solucioné habilmente en un despiste del personal bajando a una p'astelería y comprando unos pastelitos . ¡Je, Je,je!.