domingo, 12 de febrero de 2006

El Nevero

El Nevero ¿Cómo no?. Cómo íbamos a salir al monte sin hacer alguna pequeña GAMDADA. Ayer la idea era subir al Nevero de una manera plácida y tranquila, siguiendo como las acémilas el camino marcado y trillado. Iñaki llevaría sus esquiés de travesía y yo le seguiría de lejos contemplando su esbelta figura. Pero joder a las siete y media el Iñaki no baja las tablas. ¡Bueno! ¿y qué?. Pero la idea era subir al Nevero por el cortafuegos y luego coger la ladera hasta la cumbre. Total una hora y media o dos de aburrida cuesta. Nada debe confundirnos ni torcer nuestra voluntad. Pero es que según íbamos subiendo, el sol y la nieve nublaron progresivamente nuestra razón y sin casi quererlo, nos fuimos desviando hacia la vertiente Sur, contemplando unas preciosas cornisas y una marcada pala que ascendía hasta el infinito.Además había huellas, lo que sin duda facilitaría nuestra ascensión. Eso sí ,sabia decisión ,aun desoyendo los consejos del lama Felix, y aunque la nieve estaba en un excelente estado para practicar travesías , ascensos, descensos, nos calzamos los crampones. Una larga travesía nos sitúa al pie de nuestra pala de nieve. Comenzamos a subir y como de costumbre no te das cuenta de dónde te metes hasta que no estás metido en ello y además cuando estás metido lo mejor que puedes hacer es salir y no rectificar. Yo llevaba piolet pero Iñaki que es muy generoso se lo había dejado a una compañera que está haciendo un curso y para equilibrarse y progresar llevaba un viejo bastón de treking que aferra con fuerza como si se tratara de un tesoro.Cuerda ¿para qué ? está mejor en casa¡ total para subir un cortafuegos! Cuando estamos a la mitad de la pala la pendiente puede estar rozando los 50 grados y los crampones penetran lo suficiente para no caer pero no lo suficiente para confiar en ello.Abajo , demasiado abajo, la pendiente muere en las piedras y hasta allí iremos a parar si...¡joder!.Le pregunto a Iñaki ¿qué tal? y me contesta que "bien" pero por la voz interpreto que "no tan tien". En ese momento, decido dirigirme a un espolón rocoso que está a unos 50 metros de nosotros para utilizarlo como medio de progresión y evitar la fuerte pendiente hacia la que inevitablemente nos dirigimos. Con todo, la pendiente aumenta hasta los 55 ó 60 grados . Entran las puntas de los crampones y la punta del piolet. Pero ¿y el que no lleva piolet?. Ganamos la roca y sintiéndonos más seguros hacemos chistes de nuestra imprudencia.Ganamos la dócil ladera realizando una trepada mixta sin grandes dificultades y al final una elegante salida por nieve hasta la seguridad ¡Siempre igual! ¡Siempre haciendo GAMDADAS!. Fueron 5 ó 10 minutos de bastante intensidad. El resto del día , ya sin GAMDADAS, con cervecita en la cumbre, viendo los Picos de Urbión al Norte y Gredos por el Oeste y el valle de Lozoya a nuestros pies , toda una gozada. La foto vertical de Iñaki corresponde al momento en el que yo gano el espolón de roca e Iñaki está superando la zona más pendiente ( calculamos entre 55 y 60 º).Fijaos en los crampones ¡que poco muerden!