sábado, 12 de febrero de 2011

Con Neco a Peñalara


Convocatoria al personal a modo de telegrama: sábado, Peñalara por la Cuchara, con Daniel, para primera toma de contacto con crampones y piolet. A mi llamada de nuevo responde Ricardo, que tiene pinchos por estrenar, y se hace acompañar esta vez por Nacho y Roberto. Por motivos varios nadie más acude a la cita... a las 7:15h en Cotos.
El jueves compro para Daniel piolet en Decathlón y a las 5:45 del sábado lo saco de la cama. Me lleva bien el chaval pese a lo duro de estos planes de fin de semana, supongo que queda demostrado que lo del monte le gusta.
En Cotos a las 7:25h ya están nuestros 3 acompañantes. Partimos de noche y al alcanzar la primera curva aparece la claridad. Nada de nieve, pero el suelo helado y duro como la roca. Nos acercamos al refugio Giner y hasta aquí se podría incluso evitar pisar nieve. Esta claro que este invierno no es como el pasado.

Primeros rayos de sol a estas alturas y en las cimas nubes que cuando ascendamos nos envolverán. Mantenemos la idea original pese a preocuparme la escasez de nieve, nos dirigimos en diagonal a la Cuchara. Pasada la línea de rocas ya parece que solo pisaremos nieve. Hora de ponerse crampones y sacar piolets. Se los ato bien a Daniel y nos amarramos con una cuerda, para que no se me escape.
Ale, para arriba por la trayectoria abierta buscando la línea recta que a la izquierda salva la cornisa alcanzando una inclinación considerable. Más que suficiente para los estrenos.



Arriba venga a tirar fotos e incluso vídeo. A partir de aquí nos queda remontar las lomas hasta Peñalara con la única dificultad de no desorientarnos entre la niebla. Una chica solitaria se nos une para evitar precisamente perderse y así alcanzamos finalmente la cima de Peñalara 2428m. Curiosamente es la primera vez que sube aquí Daniel.

Arriba mezclamos lo dulce (cola-cao en termo) con lo salado (embutido) protegiéndonos como podemos del frío viento. Tras las fotos de rigor, vuelta a la civilización. En la bajada nos vamos cruzando con algunos, no tantos como hace un mes, pero tan variada fauna como siempre por estos lares.
No son las 12:00h y ya en el coche podemos afirmar que el día ha sido bien aprovechado.

sábado, 5 de febrero de 2011

Pico Cebollera o Tres Provincias - 2129m


Sábado 5, sobre las 9:00 de la mañana vamos llegando al puerto de Somosierra. No estamos solos, el club Peñalara parece tener el mismo objetivo que nosotros, ellos sobre esquíes de travesía, lo que dificulta encontrar hueco para aparcar. Para mi sorpresa la nieve caída hace 10 días ha aguantado a pesar de las altas temperaturas de esta semana. Nos juntamos; Ricardo y Raúl, Marta, y su hermana Rosa con su pareja Ernesto, Alberto, Guti y yo, cruce de presentaciones y a caminar.
Mira que no me acaba de gustar esto de llevar el GPS, sobretodo porque parece que tienes que irlo mirando de continuo para no tomar otro camino que no sea el del track descargado. Como si a mi me hubiera importado antes seguir o no el camino de otro. Lo que sí es, cómodo... porque ya ni me leo las descripciones de las rutas, ni busco el mapa correspondiente... me planto en el inicio de ruta y ale a seguir el trazado. Pues nada, relajados los instintos nos dejamos llevar. Arrancamos un pelín antes que los esquiadores, que pronto nos sobrepasan para desviarse a la izda y atacar las pendientes del Cebollera. Nosotros giramos a derechas, para hacer ruta circular.


La nieve en la pista se camina cómodo, pero llegados a nuestro cortafuegos toca trabajar para abrir huella.

Tras la correspondiente paliza alcanzamos la cuerda en las cercanías del pico del Corco 2045 y avistamos el pico Tres Provincias, grande, grande y redondo. Los traveseros están cerca de coronar y a nosotros nos queda una buena pateada. Momento de reposo ante Pico de la Miel, Cerrón, Pico Lobo, meseta castellana tras nuestro Cebollera y cuerda hacia Peñalara, Cuerda Larga, ...

Tomamos la pista del cordal dirección norte y avivamos el ritmo para llegar a la cima confluencia de Madrid, Segovia y Guadalajara un poco antes de lo que hace un buen rato calculábamos. Justo a tiempo de ver partir a los esquiadores. Libre el comedor para nosotros.

Dudas sobre si comer ya o buscar un sitio más protegido... con la hora de comer no se juega... , comemos.
Adornados por la nieve, desde esta atalaya sin obstáculos al norte se llega a ver la "cordillera cantábrica". Unos 200 km nos separan. Un poco a la derecha tres macizos; imagino el de Neila, el de Urbión y ¿San Lorenzo?.
Toca descender. El trazado marcado por el track parece alargar en exceso el retorno, así que atrochamos pasando de la pista que se nos antoja da demasiada vuelta. Bajamos por el regato del Oso, alcanzamos la pista y optamos por tomar la dirección oeste.

Esto supondrá una buena calcetinada por la pista para pasar al otro lado del valle. Casi de casualidad, y sometido a sufragio, bajamos por pista y luego sendero hasta dar con la preciosa cascada de Duratón. Además tenemos espectáculo gratuito ofrecido por el barranquista francés que lo desciende en rápel, sin importarle al parecer darse una buena ducha en las gélidas aguas. Fuera del agua el tiempo es primaveral, y nos hemos torrado al sol todo el día.

Llegamos a la antigua carretera (ahora abandonada y repleta de nieve) del puerto de Somosierra y ya solo nos queda remontar hasta alcanzar nuestros coches, las coca-colas, los estiramientos, las despedidas, y ... atasco hacia Madrid. Sin duda mañana habrá agujetas, después de algo más de 7 horas de excursión, pero mereció como siempre la pena.