lunes, 7 de junio de 2010

El bordillo de la calle del Generalísimo



5 de junio, 2010. A las 6.00h suena el despertador y comienzo el ritual para presentarme con todo preparado en Cabezón de la Sal. A las 7:35h apoyo la bici contra la valla unos 15 metros por detrás de la pancarta de salida y me siento en el bordillo. Avd. del Generalísimo.

Poco a poco se va llenando de ciclistas el espacio hasta la salida, y continuarán llegando hasta ocupar toda la calle. Mientras tanto el "Speaker" da detalles de esta II edición de los 10000 del soplao - Carretera. Que si el más mayor, que si los más jóvenes, que si 850 inscritos, que si 220 km, que si 8 mujeres, ... A las 8 menos 5 en pié, a menos 3 una pierna a cada lado de la bici, en punto comienza a sonar el 'Highway the Hell' de ACDC, segundos después la traca y partimos.
He tomado la precaución de salir entre los 100 primeros, para evitar cortarme nada más salir. En la vuelta de 12 km por Mazcuerras para volver a pasar por Cabezón llevan la marcha controlada. En los estrechamientos, continuos parones y vuelta a arrear. Las primeras caídas no tardan en aparecer por despistes. Por precaución me dejo sobrepasar por unos cuantos. Comienza la cuesta hacia La Hayuela y ya se aprecia que se va a separar un gran pelotón en cabeza. Pueden ser 200 por delante
del primer corte. Espero que se vaya agrupando gente en un segundo pelotón pero pasan varios kilómetros en tierra de nadie. Pasado Comillas hacia San Vicente vamos agrupándonos para afrontar la vuelta por Pechón en nerviosa compañía unos 30-40. Como temía vamos rápido y comienzan las dudas de hasta cuando es conveniente mantener este ritmo. En el avituallamiento de Pesués ni me pienso lo de parar. Si quieres no hacer malos tiempos no debe uno detenerse en los primeros avituallamientos, habrá tiempo más adelante, pues la gente que es capaz de llevarte a buen ritmo "no va a parar aún". Botella de agua con un último trago, botella con isotónico aún con 3/4 de su capacidad. Dudas sobre la alimentanción... echo mano de la primera bolsita de gel y antes de empezar el primer puerto caerá otra y una barrita. km 70; al frente y de golpe, primer cuestón de la Collada de Bielba. Espectacular el rosario. Después el desnivel cae un poco pero se adivina que vuelve a subir antes de afrontar la última empinada curva a derecha. Tiempo húmedo,
nublado, con calor... sudo un poco de más por llevar el pelo rapado y camiseta térmica de manga larga debajo de maillot. Opté por no enfriarme en las bajadas a cambio de pasar calor de más en las subidas, también por no localizar los manguitos. Descenso de la Collada, se que tiene algunas curvas peligrosas y lo tomo con calma dejando que unos cuantos se vayan por delante. Km 88, iniciamos la subida a Collada de Ozalba después de varios km inéditos para mí. A ritmo, no malo, pero aún inseguro de hasta donde llegaré sin ser más conservador.
Bajo un poco el listón para ver como se aleja un pequeño grupo, mientras también voy superando a algunas unidades que se desgranan del grupo principal. Bajada hacia Puentenansa. Km 98. No me queda otra que parar porque no tengo ya más líquido. Relleno ambas botellas y me tomo media coca-cola y sandwich. Dos plátanos y membrillo al bolsillo y arranco tranquilamente hacia Carmona. He salido delante de un grupo numeroso que van en torno a una chica. Dejo que me sobrepasen y hago la subida a unos 40 metros de este grupo. De paso otro gel y un plátano pal cuerpo. Debería haber parado a mear, pero aguantaré las ganas hasta el final. Arriba de la Collada de Carmona "hermanito..." ahí que están Javier, Cristina y Daniel que apenas acaban de llegar y casi ni me ven. Y es que soy consciente de que voy bastante por encima de mi cálculo de velocidad media prevista. Mejor, así habrá margen para cuando llegue el mazo. Entre Fresneda y Saja me escoltan con la furgo mientras Daniel tira fotos por la ventanilla.

Me uno al grupo de la chica e iniciamos la subida a Palombera. Es precisamente ella quien marca el ritmo que a todos parece irnos bien y se mantiene la unidad. Más barrita, más gel, más agua, Cristina me cambió por isotónico una. Se agradece aquí no tener referencias. No ver lo que queda, metidos en el hayedo. La carretera no es muy empinada y sigue nublado. Ahí está también Julio, con sus chicas. Poco más adelante me seguirán un rato Javier y Julio corriendo a mi lado. Se paran pronto porque no voy mal y avivo un poquito el ritmo para casi sin darme cuenta dejar unos metros atrás al grupo con el que voy. Alcanzo al chico de melena que se fué por delante, le sobrepaso y por detrás me llega otro chico con el que a la postre acabaré entrando en meta... varias horas más tarde aún. Sobrepasamos la niebla y
el calor es intenso. Brilla el sol en las alturas cuando dejamos atrás el límite del hayedo y ya se adivinan referencias.


Aún queda. Agus y Dori se han venido desde Llanes y me saludan desde el coche no pudiendo detenerse por el tráfico. Km 141. Al fin estamos arriba, sin llegar a la extenuación, y ahí que tengo a Agus con un tarro de gajos de naranjitas fresquitas...
Disfruto al escucharle decir que es "de las pocas veces que sigue a alguien que va entre los primeros", todo sin duda porque acaba de llegar y no le dió tiempo a ver pasar a los más de 200 que iban por delante... En cualquier caso se agradece
el optimismo, refrendado por la media del cuenta kilómetros que aquí ronda los 27. Pequeño parón, otro plátano por si acaso, más agua. Para abajo, a ver si hay suerte y me hago a un grupo que proteja en el largo camino que nos queda hasta Barros.
Mal rollo con el aire en contra que sopla fuerte al inicio del descenso. Confío que más abajo favorezca, pero no será así.
A la altura de Espinilla me sobrepasa por detrás un chico con maillot suizo que va como un Obús. Acelero y me pego a el. Me vendrá de perlas... si no se enfada, porque no soy capaz de darle un solo relevo a esta velocidad. Paso un par de veces pero
me da la sensación de que aminoro su ritmo. Vamos agrupándonos hasta formar nuestro "pelotón de las Hoces", compuesto por unas 14 unidades. Juntos encaramos el viento, siempre contrario. Uno que se mosquea porque a punto estuvimos de caer por los parones que se provocaban cuando no se pasaban relevos. El Obús, que ya decide no pasar más a la cabeza. Unos cuantos deben ir muy maduros y ni se plantean el esfuerzo. Dos hacen sus relevos y yo un poco mosca tiro fuerte para ir llevando al grupo a buen ritmo. Cometo el error de pasar demasiado a relevo en estos kilómetros, pero también disfruto de las trazadas por la carretera de las Hoces. Entramos en los Corrales y hemos perdido algunas unidades. Llegamos a las cuestas del último puerto y lo afronto con fuerza para seguir los pasos del que se va delante. A medio puerto, falso llano en que le pido referencias. Me indica que deben quedar poco más de 3 km para el final, y luego llano hasta Corrales. Que si me veo fuerte que tire... Voy ya si reventado y así se lo indico. Me esfuerzo a tope por seguirle el buen ritmo y por detrás nos coge otro de los compañeros que más se habían reservado.


Pasan por el alto 10 metros por delante y descendemos juntos. Aquí sí ya que estoy sin fuerza alguna. Se alternan ellos, pero no evita que por detrás "el suizo" y otros dos nos alcancen. En sentido inverso al de salida recorremos Mazcuerras, Cos, Carrejo... Nos cruzamos con la furgo de Javier y el coche de Agus. Un suplicio de últimos km en que al menos puedo pasar delante unos metros.

Entramos en Cabezón y ahí está esa pancarta que cruzo para unos metros más adelante buscar el mismo bordillo en que, bici apoyada en falso plátano, aposentarme.


Salieron las clasificaciones:
728 cruzamos meta, siendo mi puesto el 216 en la general con un tiempo 7:43:47, para una media de 28Km/h (82º de la categoría B)