domingo, 16 de enero de 2011

Laguna de los Pájaros - risco de Claveles - Peñalara. Sin prisa

Todo un clásico ya ... y aún jóvenes.
Viviendo en Madrid no tenemos muchas opciones a la hora de buscar terrenos alpinos razonablemente cerca de casa. Al menos podemos contar con "la Sierra", con Cotos "a 55 minutos respetando los límites de la DGT", y agradecidos! Es curioso que por aquí uno los fines de semana se va a "La Sierra", cuando en Cantabria nos íbamos "a Picos".

En estos tiempos nadie parece aclararse con aquello del calentamiento global y sus efectos. En este invierno comenzó nevando mucho... pero "ha llovido más". Está claro que las temperaturas son demasiado elevadas para lo que uno puede esperar en pleno mes de enero. Así, charlando sobre la pérdida de calor a nivel de superficie terrestre, arrancamos a caminar a las 7:45h desde Cotos. Suelo helado, pese a los 3ºC de "calor" que marca el termómetro en el coche, pero ni gota de nieve. Optamos por dirigir nuestros pasos directamente a la Laguna de los Pájaros.


Los primeros rayos de sol en este día nos tocan en el camino a Pájaros, poco después de sobrepasar en altitud la laguna helada de Peñalara, en el mirador de Javier. Al fin algo de nieve.
A ritmo tranquilo alcanzamos más tarde la siempre sorprendente laguna de los pájaros. El reto ahora es ver si en esta ocasión consigo un punto de vista que de un toque diferente a las múltiples fotos que voy acumulando de este paisaje.





Proseguimos camino de la cuerda que se dirige al alpino risco de Claveles. Por cierto, nada de nieve hacia al este. Ni el Nevero, ni el Ocejón, ... mucho menos el Reventón. Algunas manchas blancas hacie el pico del Lobo y poco más.

Calzamos crampones frente a la pared más sombría de Claveles, buscando un poco de protección frente al no muy fuerte pero frío viento. Me adelanto a Félix y le grabo.

El paso en diagonal bajo la arista hace que los cristales de hielo nos caigan desprendidos por al paso de los que por arriba descienden. En esta cara siempre hace frío, y el siempre venteado hielo aflora.

Alcanzamos el Risco y toca tomar algo y hacer fotos; mientras, Félix se dopa. Nos sorprende ver a un par de tíos que cargan con un perro tiritante, !hasta aquí¡

Tras unas fotos que prometo enviarles retoman su andadura. Poco después hacemos lo propio hacia Peñalara, no sin antes asistir a una angustioso espectáculo.
De entre las cuatro o cinco más evidentes canales que por el este dan acceso a la misma cima de Peñalara, un grupo de cuatro ha elegido divertirse con la que parece más empinada. El último del grupo patina cuando aún no se han encordado y cae a considerable velocidad deslizándose por el hielo fuera de control.

Impotentes asistimos al espectáculo, como impotentes debieron sentirse los 3 que más abajo lo observaban caer hacia ellos, por no hablar de la impotencia del protagonista. Afortunadamente no había rocas aflorando en su camino y finalmente se detuvo después de unos 150 metros deslizando.
Miramos el reloj... y "lo de siempre", es más tarde de lo que quisiéramos. Sobretodo para Félix que a las 14:30h debiera estar en casa.
Domingo, 12 del mediodía, soperpoblado Madrid, su punto geográfico más alto, ... la cima de Peñalara parece una romería! Yo ni me atrevo a tocar su vértice, no voy vestido para la ocasión.

Descendemos y dudamos sobre la opción más rápida para hacerlo, contando con estado y cantidad de nieve. Nos asomamos a la diagonal sobre Dos Hermanas, demasiadas rocas.
Bajamos por la pista para llegar al abarrotado parking sobre las 14:20h.
Félix describe la atmósfera de hoy como
"limpísima, nieve blanquísima, pastoras cachondísimas e Iñaki benevolísimo (en este caso, conmigo que no podía con mi alma y subía pisando huevos)."
Que necesidad habrá de correr, y más en este caso...
no había prisa!

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