domingo, 13 de julio de 2003

Monte Perdido y encontrado

Valle de Ordesa y Monte Perdido (3355m). 12 y 13 de julio de 2003. Me hacía ilusión subir a Monte Perdido con Alberto... y así lo hicimos. Nos acompañan Rafa y Mª Ángeles. El viernes tras salir de trabajar cargamos el maletero y nos vamos hasta Torla. Cristina y Daniel nos acompañarán el sábado por la mañana durante un trecho del sendero de Ordesa, hasta que junto a la cascada de Arazas Daniel se niega a continuar andando. Con las mochilas cargadas (nos aseguraron que se haría necesario el uso de crampones...) y sin prisas llegamos a las Gradas de Soaso, por encima de las cuales comemos. En cuestión de minutos se prepara tormenta eléctrica en las cumbres, pero pasa en un rato. La cola de caballo está imponente. Alberto lo tiene claro y la elección entre "camino de las zetas" y "clavijas de soaso" se decanta por el primero. Momentos de vértigo para Alberto y pronto alcanzamos la cabezera de este tremendo anfiteatro glaciar. Pronto llegamos a Góriz donde las tiendas de campaña se apiñan. Hay tiempo para tomar la primera cocacola, montar la tienda, ducharse, no ducharse, ... Cenamos, y me sorprenden con una botella de Cava y otra de Sidra... Mañana es mi cumpleaños y damos buena cuenta del cava. Alberto y yo dormimos al raso. No hace frío y la luna y cielo invitan. Rafa y MªÁngeles casi se enfadan para que nos metamos en la tienda, pero no llega la sangre al río. Incluso "Joze Ignacio" pasa la noche tranquilo. El campamento se deja en manos del sueño nada más ponerse el sol. El domingo será un día largo...

A las 5 suena mi despertador y compruebo que Alberto a mi derecha sigue vivo... Aún es de noche pero aclara rápidamente. Ordenamos algo de lo que subiremos y dejaremos y comienzo a quitar el doble techo de la tienda de Rafa, cuando aún ronca... Nos organizamos y salimos a las 6:20 en dirección al Monte Perdido, del que pisaremos cumbre a las 9:25h. El resto, el camino de vuelta a Góriz y de aquí por todo el valle de Ordesa hasta el parking, ya es otra historia. Alberto y yo llegamos al bus de las 17:20 sin apenas descanso. Pies morados los de Alberto que desesperado cambia primero las botas por zapatillas y luego se descalza... solo durante dos pasos. Rafa y MªÁngeles fueron abandonados a la altura de cola de caballo. Ellos se quedan un día más y no tienen tanta prisa. A nosotros nos espera la carretera, de regreso a Madrid.

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