Curioso hotel en que nos alojamos, con antigüas fotos del "Gigante de Sallent" y del "abuelo esquiador". Su regente, nieto del primer esquiador de pirineos, nos comentó tajante: "nadie, nadie sube y baja desde La Sarra a Balaitus en el día". Al poco también salió en conversación el accidente, según el mortal, de pocas semanas atrás (en internet no se confirma este final fatal). Algo más tarde, rebajó los requisitos y sí nos dió alguna posibilidad... esto tras haber tenido que tirar un poco de currículo para salir de la calificación de domingueros ilumados, que seguramente un alto porcentaje de turistas merecemos.
Tras varias vueltas en la cama, a las 5:00 nos despertamos. A las 6:35h arrancamos a caminar desde La Sarra alumbrados por un frontal.
Nada de viento ni nubes. Noche oscura, sin luna, estrellada y fría. Caminar de noche te libera de la preocupación de lo que llevas y te queda por andar. Bastante con tratar de ver un par de metros por delante.
Sin problemas alcanzamos el ibón Chelau, tras pasar los de Arriel, y este nos recibió con una ligera capa de hielo. Al frío abrigo Michaud llegamos sobre las 11:00, hora arriba hora abajo... tal era la preocupación que teníamos por el reloj en aquellos momentos, viendo el cielo totalmente despejado, también hacia territorio francés.
Comimos algo y ... ahí vino mi error de pardillo. Desde abajo la Diagonal se veía limpia, y hasta el momento no habíamos tenido hielo salvo en algún recodo muy sombrío. Así que aligeremos peso, dejando también piolet y crampones...
Comenzamos la ascensión sin problema, pero al doblar hacia la verdadera Diagonal el hielo-nieve cubría las zonas en que de forma natural uno hubiera pisado. El segundo error estuvo en no bajar desde aquí a recuperar el material, confiando absurdamente que mejorarían las condiciones.
Continuamos para arriba confiándonos a las quebradizas rocas donde la nieve no consiguió resistir. ¿Conocéis el buscaminas? Pues jugamos a esto con mucha tensión, y "sin vidas extra".
Finalmente llegamos a la cima a las 12:30h. Completamente solos allá arriba. Tras las fotos de rigor vimos cómo desde Latour comenzaban a aparecer las primeras cordadas.
Curiósamente las primeras en alcanzar nuestra posición fueron dos chicas, que nos confirmaron que subir por la brecha hubiera sido mejor opción.
Atados a nuestra decisión arrancamos el peligroso descenso. Ahí nos cruzamos con dos parejas bien calzados con crampones y piolets. Sin ninguna prisa, mucho cuidado, algo de habilidad y un poco de suerte, conseguimos salir de la trampa alcanzando aliviados los rayos de sol. Por cierto, en toda la subida, pese a estar completamente despejado, no nos dió el sol hasta salir a la arista cimera.
Otra vez en el abrigo Michaud, comimos algo. Desde aquí casi non-stop, sin prisa pero sin pausa, descendimos hasta la Sarra, donde llegamos sobre las 18:05h. Seguía sin haber una sola nube en torno al Balaitus...
Antes de las doce de la noche estábamos ya en casita... Tras 11h y media de caminar arriba y abajo el simple hecho de estar sentado es una gozada, por mucho que aún tengas que mantener la concentración suficiente como para conducir de vuelta.
Vaya la foto aérea que se han currao mis amigos...